El triunfo del Celta ante el Villarreal B tuvo un significado especial
para la cantera de A Madroa, ya que en el equipo inicial que derrotó al
mini submarino amarillo se encontraban nueve futbolistas que se formaron
en el fútbol base. Supuso la confirmación del proyecto deportivo por el
que decididamente apostó el club vigués hace tres años, cuando los
problemas económicos acuciaban y obligaban a prestar mayor atención a
los canteranos. El camino iniciado por Eusebio Sacristán y continuado
por Paco Herrera alcanzó su punto culminante el pasado domingo con la
victoria ante una de las escuelas futbolísticas de mayor prestigio en
España. En ello ha contribuido también el celtismo, según reconoce
Miguel Torrecilla, director deportivo del Celta, por el apoyo y el
cariño que la afición le ha mostrado siempre a los jóvenes que se
asomaban por el primer equipo. "La afición tiene un peso importante
en esto porque ha entendido la apuesta del club y ha apoyado al
canterano. En otros lugares es a los que menos apoyan. Pero nuestra
afición se ha volcado con la cantera, la ha protegido y le ha dado
aliento cuando las cosas no han salido bien. Por eso digo que la afición
también tiene mucho que ver. De hecho, el canterano no tiene miedo a
competir en Balaídos, cuando anteriormente sí existía ese miedo. Y ayer
[por el domingo] lo demostraron los que jugaron porque el equipo tuvo
atrevimiento, independientemente de si las jugadas salían bien o no", comenta Torrecilla.
Para el responsable deportivo del Celta, que los canteranos copasen el once inicial también confirma "el equilibrio con que se ha formado la plantilla" céltica,
constituida a partes iguales por canteranos y futbolistas de otra
procedencia: Tras las cesiones de Abalo y de Papadopoulos y la baja de
Ortega, Herrera dispone ahora mismo de veinte futbolistas.
Pero a pesar del protagonismo que han adquirido los futbolistas gallegos
en los últimos días, Torrecilla insiste en reivindicar la importancia
del resto de los futbolistas del plantel celeste. "Utilizando un
símil automovilístico: no hay un buen coche sin un buen volante y unas
buenas ruedas. Tan importante son unos como otros y ayer se confirmó ese
equilibrio con los nueve canteranos que salieron en el equipo inicial".
El director deportivo le concede un importante papel, en este caso, a
los veteranos del vestuario pues han colaborado en la formación de los
jóvenes. "La idea era que hubiera ese equilibrio en la plantilla,
movernos en la linea del cincuenta por ciento de jugadores de la cantera
y el resto de fuera. Si se puede superar a favor de nuestro fútbol
base, mejor, pero partiendo siempre de la idea de que no hay que regalar
el llegar arriba. Cada uno de los que está ahí se lo ha ganado a pulso.
Ninguno de ellos se ha aprovechado de ese modelo elegido por el
presidente [Carlos Mouriño] sino que todos han cumplido las expectativas
deportivas, a pesar de que algunos tuvieron un comienzo difícil en el
primer año que se inicia este proyecto con Eusebio".
Lo ocurrido el domingo en Balaídos confirma, según Torrecilla, "que
desde un tiempo atrás se ha estado trabajando muy bien en las categorías
inferiores. Ahora se están recogiendo los frutos. A los jugadores se
les está poniendo en el último escalón [el primer equipo], que es lo que
más se demandaba en la filosofía del proyecto promovido por el
presidente del Celta".
La exhibición de la cantera celeste tuvo como víctima a la del
Villarreal, en la que se encontran dos vigueses: el portero Diego Mariño
y el interior Pedro Vázquez, que también se formó en A Madroa.
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