Decía Paco Herrera antes de visitar Riazor que estaría dispuesto a poner
once gallegos en el once, y el reto no está lejos, porque el Celta
alineó de inicio a nueve jugadores de casa el pasado domingo batiendo
todos los registros de la temporada, ya que en dos ocasiones acabó el
partido con ocho y ante Elche formó con siete futbolistas autóctonos en
el equipo titular.
Han tenido que pasar 32 años para que el Celta presentase nueve gallegos
en su formación inicial. La última vez había sido el 16 de marzo de
1980 en La Condomina en un partido de la vigésimo séptima jornada de
Segunda División -informa Alberto Fernández, colaborador estadístico de
la página www.yojugueenelcelta.com y en otras webs celtistas -. En aquella ocasión los vigueses habían formado con Hortas, Suso Santomé, Gelo, Noli, Gómez, Manolo, Culafic, Lago, Vicente, Luis Pereira y Del Cura. Culafic (serbio) y Del Cura (madrileño) eran los dos foráneos.
Diez en cinco ocasiones
Aquel partido finalizó con 3-1 para los granas y la entrada de Florencio
por Del Cura hizo que los celestes terminasen jugando con diez
gallegos. No fue un hecho aislado en esa temporada (79/80) porque hasta
en cinco ocasiones (dos en Liga y tres en Copa) el Celta había salido
con diez gallegos de titulares.
El 25 de marzo de 1979, se registró por última vez un once netamente
autóctono en un partido en Balaídos frente al Salamanca que finalizó con
empate a un gol. Fue el integrado por Hortas, Juan Fernández, Suso
Santomé, Manolo, Canosa, Lago, Villar, Félix Carnero, Ramón Sanromán,
Vidal y Vavá.
Criados en A Madroa
De los nueve que Herrera hizo jugar el domingo, ocho se han criado en A
Madroa, y el noveno en cuestión, Álex López, ha estado un año en el
Celta B, antes de dar el salto al primer equipo. Hugo Mallo, que subió
directamente desde el juvenil A, es el único que no pasó por el filial.
Todos ellos proceden de las provincias atlánticas. Borja Oubiña y
Roberto Lago son vigueses, Iago Aspas llegó al club con ocho años desde
Moaña, Vila desde O Porriño, Mallo desde Marín y Sergio desde Catoira.
El compostelano Túñez y el coruñés Toni completan una terna de jugadores
que han ido subiendo escalafones en la cadena de filiales hasta llegar
al primer equipo. El ferrolano Álex López completa el círculo de
productos autóctonos que impulsan al Celta hacia la élite.
La apuesta del domingo, que parece difícil de superarse, tuvo su punto
de arranque un par de años atrás con Eusebio Sacristán, que aprovechó el
escaparate de la Copa del Rey para impulsar a los canteranos al primer
equipo. En el Madrigal, en la eliminatoria que dejó en la cuneta al
primer equipo amarillo, el preparador de La Seca llegó a hacer coincidir
en el campo a nueve gallegos, aunque de inicio su tope se quedó en
ocho, los que había alineado en el mismo torneo en la ida de Balaídos.
Yoel, Víctor Vázquez, Túñez, Hugo Mallo, Vila, Dani Abalo y Aspas habían
sido los elegidos.
Pero Herrera ha ido más allá en su segundo año en el banquillo celeste. A
lo largo de toda la temporada ha ido alineando a seis gallegos como
media en el once inicial, con dos picos de siete (curiosamente ante el
Elche en los dos partidos) y un mínimo de tres, ante el Hércules. En dos
ocasiones anteriores había finalizado con ocho gallegos sobre el campo.
Ante el Nástic y el Recre en Balaídos.
Tendencia positiva
Además, la presencia de los jugadores de casa ha ido ganado protagonismo
a medida que ha ido avanzando el calendario. En ello tiene mucho que
ver la consolidación de Iago Aspas como delantero del equipo -con 13
goles está a punto de entrar en el top 15 de los goleadores de casa- y
la irrupción de Toni, que poco a poco ha ganado minutos hasta alcanzar
la titularidad. En medio campo nadie discute el doble pivote Oubiña -
Álex y atrás, Oier es el único intocable foráneo. En la portería Sergio y
Yoel reeditan su mano a mano del Celta B.
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