martes, 3 de abril de 2012

Nueve gallegos 32 años después

Decía Paco Herrera antes de visitar Riazor que estaría dispuesto a poner once gallegos en el once, y el reto no está lejos, porque el Celta alineó de inicio a nueve jugadores de casa el pasado domingo batiendo todos los registros de la temporada, ya que en dos ocasiones acabó el partido con ocho y ante Elche formó con siete futbolistas autóctonos en el equipo titular.

Han tenido que pasar 32 años para que el Celta presentase nueve gallegos en su formación inicial. La última vez había sido el 16 de marzo de 1980 en La Condomina en un partido de la vigésimo séptima jornada de Segunda División -informa Alberto Fernández, colaborador estadístico de la página www.yojugueenelcelta.com y en otras webs celtistas -. En aquella ocasión los vigueses habían formado con Hortas, Suso Santomé, Gelo, Noli, Gómez, Manolo, Culafic, Lago, Vicente, Luis Pereira y Del Cura. Culafic (serbio) y Del Cura (madrileño) eran los dos foráneos.

Diez en cinco ocasiones

Aquel partido finalizó con 3-1 para los granas y la entrada de Florencio por Del Cura hizo que los celestes terminasen jugando con diez gallegos. No fue un hecho aislado en esa temporada (79/80) porque hasta en cinco ocasiones (dos en Liga y tres en Copa) el Celta había salido con diez gallegos de titulares.

El 25 de marzo de 1979, se registró por última vez un once netamente autóctono en un partido en Balaídos frente al Salamanca que finalizó con empate a un gol. Fue el integrado por Hortas, Juan Fernández, Suso Santomé, Manolo, Canosa, Lago, Villar, Félix Carnero, Ramón Sanromán, Vidal y Vavá.

Criados en A Madroa

De los nueve que Herrera hizo jugar el domingo, ocho se han criado en A Madroa, y el noveno en cuestión, Álex López, ha estado un año en el Celta B, antes de dar el salto al primer equipo. Hugo Mallo, que subió directamente desde el juvenil A, es el único que no pasó por el filial.

Todos ellos proceden de las provincias atlánticas. Borja Oubiña y Roberto Lago son vigueses, Iago Aspas llegó al club con ocho años desde Moaña, Vila desde O Porriño, Mallo desde Marín y Sergio desde Catoira. El compostelano Túñez y el coruñés Toni completan una terna de jugadores que han ido subiendo escalafones en la cadena de filiales hasta llegar al primer equipo. El ferrolano Álex López completa el círculo de productos autóctonos que impulsan al Celta hacia la élite.

La apuesta del domingo, que parece difícil de superarse, tuvo su punto de arranque un par de años atrás con Eusebio Sacristán, que aprovechó el escaparate de la Copa del Rey para impulsar a los canteranos al primer equipo. En el Madrigal, en la eliminatoria que dejó en la cuneta al primer equipo amarillo, el preparador de La Seca llegó a hacer coincidir en el campo a nueve gallegos, aunque de inicio su tope se quedó en ocho, los que había alineado en el mismo torneo en la ida de Balaídos. Yoel, Víctor Vázquez, Túñez, Hugo Mallo, Vila, Dani Abalo y Aspas habían sido los elegidos.

Pero Herrera ha ido más allá en su segundo año en el banquillo celeste. A lo largo de toda la temporada ha ido alineando a seis gallegos como media en el once inicial, con dos picos de siete (curiosamente ante el Elche en los dos partidos) y un mínimo de tres, ante el Hércules. En dos ocasiones anteriores había finalizado con ocho gallegos sobre el campo. Ante el Nástic y el Recre en Balaídos.

Tendencia positiva

Además, la presencia de los jugadores de casa ha ido ganado protagonismo a medida que ha ido avanzando el calendario. En ello tiene mucho que ver la consolidación de Iago Aspas como delantero del equipo -con 13 goles está a punto de entrar en el top 15 de los goleadores de casa- y la irrupción de Toni, que poco a poco ha ganado minutos hasta alcanzar la titularidad. En medio campo nadie discute el doble pivote Oubiña - Álex y atrás, Oier es el único intocable foráneo. En la portería Sergio y Yoel reeditan su mano a mano del Celta B.

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