Guiño a la factoría de A Madroa. Herrera decidió realizar cambios con
respecto al once que empató la semana pasada en Huesca. El técnico
extremeño recuperaba a Roberto Lago, sancionado, y a Oubiña, lesionado.
Jonathan Vila era otra de las novedades. El porriñés era la pareja de
Túñez en el eje de la zaga en detrimento de Oier Sanjurjo. El defensa
navarro causaba baja al cumplir el ciclo de amonestaciones.
El doble pivote, al igual que la portería y la línea defensiva, también
sería 100% de la cantera. Álex López y Oubiña volvían a ser la pareja en
la sala de máquinas celeste. Por delante, Toni era el otro canterano
que saldría de la partida. La presencia del extremo coruñés servía para
que De Lucas tuviera descanso. El otro jugador "made in A Madroa", Iago
Aspas, recuperaba su puesto como "9" en detrimento de un David Rodríguez
que no estuvo acertado en El Alcoraz.
En definitiva, nueve canteranos. Una clara muestra de que apostar por la
cantera tiene premio. El Celta, además de luchar por el ascenso, lo
hace con gente que sabe el significado y la importancia que tiene la
zamarra celeste.
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